miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿PAÑAL A LOS TRES AÑOS?

 
Cuantos padres están preocupados, influidos sobre todo por la presión social,  por el hecho de que su hijo con casi tres años aún no controla los esfínteres. Suelen ser aconsejados desde varios ámbitos: familia, conocidos, etc y esto supone una presión para ellos ante expresiones como: !y tú hijo aún con pañal¡, !lo que tienes que hacer es quitarselo¡, !dejalé un rato mojado¡, sintiendose cuestionados y en ocasiones haciendo las mil y unas para quitar el pañal a su niño/a, con las repercusiones que esto supone para el pequeño, si aún no está preparado.

 
 
 
El control de esfínteres es un proceso biológico madurativo, se toma el parámetro entre los dos y tres años cómo un parámetro estadístico y una referencia, ya que cada niño y sus circunstancias son particulares, por lo tanto hay que esperar su propio tiempo y respetar al niño.

El control de esfínteres supone el paso de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria y controlada, viene dado por el desarrollo del niño tanto físico cómo psicológico. Supone el paso de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria y controlada, es importante saber que cualquier situación que suponga tensión y ansiedad en el niño puede interferir en el control de esfínteres.
Controlar esfínteres no es solo una cuestión orgánica, que se acabará logrando en un momento u otro. Controlar esfínteres tiene unas consecuencias psicológicas, es un aprendizaje importantísimo para el niño y no deberiamos restarle importancia.
El autocontrol tiene que ver con inhibir acciones y el control de esfínteres hace madurar al niño en este sentido. Aprender a controlar los esfínteres es una cuestión de gran envergadura dentro del aprendizaje. Es una gran conquista mental.
Aprender a hacer pis, como aprender a leer, aportan madurez al cerebro. No hay que obligar al niño a hacer algo que no puede.
El sistema nervioso debe estar maduro para que el pañal sea quitado pero si actuamos convenientemente en el tiempo, lo que hacemos es estimular las funciones cerebrales, por lo que el niño ejercitará más y mejor su sistema nervioso.

 
A los 3 años la mayoría de los niños ya han aprendido a contraer los músculos pélvicos, son capaces de inhibir el vaciado y retener la orina durante cierto tiempo cuando su vejiga está llena, y de iniciar voluntariamente la micción.
 
NECESIDADES DE UN NIÑO PARA ADQUIRIR EL CONTROL DE ESFÍNTERES
 
  • Que sean respetadas sus iniciativas.
  • Confiar en sus capacidades.
  • Respetar ritmos de desarrollo.
  • Sentirse seguros de relaciones personales afectivas, estables,continuas,cálidas.
  • Ser acompañados con empatía en sus esfuerzos.
  • acompañarlo en el sentimiento de autoeficacia y autoestima.
  • Tener conciencia de sí, utilizando el YO y el MIO.
  • Poseer lenguaje comunicacional. (poder ser entendido).
  • Noción de su esquema corporal básico.
  • Reconocer las nociones de arriba, abajo, adentro, afuera, delante, detrás.
  • Tener experiencia de algunas despedidas previas (chupete,cuna, etc)
ACTUACIONES DE LOS PADRES PARA AYUDAR AL NIÑO EN EL PROCESO

  • Acompañar a los niños en estas actividades e indicarles como hacerlas.
  • Su realización deberá llevarse a cabo en un ambiente relajado, tranquilo y comprensivo ya que estamos empezando.
  • Evitaremos etiquetar a los niños con palabras o expresiones como “eres un meón”, ya que la angustia puede provocar más ganas de hacer pipí.
  • El control del pis por la noche comenzará una vez que se haya controlado bien durante el día.
  • Recordar que cada niño tiene su propio ritmo y por lo tanto hay que confiar en su desarrollo.
 
Cómo saber si el niño tiene suficiente nivel de madurez

- El niño debe saber algunas palabras relacionadas con el uso del váter, como por ejemplo, pis, caca, orinal, etc. (aunque las diga a su manera), y debe diferenciarlas y entender lo que significan.

 
- También debe conocer las partes y funciones del cuerpo relacionadas con el pis y la caca, por donde salen, etc. Aprovechar la hora del baño para que el niño las aprenda. El niño debe ver a sus padres, especialmente al de su mismo sexo, como utiliza el wc.
- Debe ser capaz de sentarse en la taza y/o en el orinal, y no debe tener miedo al agujero del váter ni al ruido de la cisterna, etc.
- Debe distinguir entre estar mojado y estar seco. Cuando el niño se da cuenta de que se ha mojado puede asociarlo con las sensaciones de hacer pis, y de ese modo puede llegar a anticipar las ganas de orinar. Para ayudarle a diferenciar seco/mojado, podemos preguntarle a menudo si va mojado, tocándole el pañal y haciendo que lo compruebe por sí mismo.
 
- Debe dar señales de cierta madurez y control de la vejiga y del intestino. Por ejemplo, el niño ya no se hace caca más de una vez al día, o permanece varias horas seco, o se despierta con frecuencia seco de la siesta.
 
Todos estos aspectos deben estar presentes para iniciar la enseñanza del control de esfínteres durante el día. Si alguno/s no los tuviera adquiridos, es preferible centrarnos en que los aprenda antes de comenzar el entrenamiento.
 
Generalmente es mejor comenzar con el control de orina, teniendo paciencia y nunca castigarlos por no lograr la continencia. Cuando diga que se hizo, cámbielo y felicítelopor avisar, luego muéstrele que tira el pañal sucio y salúdelo alegremente para que no
piense que es algo malo o feo.
En esta etapa déjelo jugar con barro, plastilina o masas, y use recipientes para ir pasando agua de uno a otro; estos juegos refuerzan la idea de continencia. En la segunda etapa no vaya corriendo al baño y lo desvista intempestivamente, por el contrario déjelo solo y tranquilo, dale confianza y luego cámbielo.
 
Bibliografía: temas para la educación, desarrollo psicológico y educación. Madrid. Alianza.









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