viernes, 27 de diciembre de 2013

LAS EMOCIONES NEGATIVAS

 Las emociones y los pensamientos van de la mano, se potencian y alimentan de manera mutua. Emoción y cognición están ligados. Son las emociones las que mandan en nuestros pensamientos, son estas emociones las que arrastran decisiones, proyectos, relaciones íntimas, por ello es tan importante el desarrollo de la inteligencia emocional: si no comprendemos lo que sentimos y porqué lo sentimos, no lograremos comprender porqué pensamos y actuamos de determinada manera.

Podemos intentar reprimir las emociones negativas, pero estas emociones reprimidas serán una bomba de relojería, un día pueden estallar a través de la enfermedad y la ansiedad.
Resulta más eficaz resolver los entornos, que generan exceso de emociones negativas, aprender a gestionarlas y fomentar formas de vida que generen emociones positivas.

Aunque llamamos a determinadas emociones negativas, por su potencial destructivo, son emociones básicas para sobrevivir y también nos dan la energía para enfrentarnos a obstáculos importantes, uno de sus cometidos es evitar ciertas situaciones y estas, pueden ser, a veces, una de las trampas que nos tienden las emociones negativas.
Tomemos el ejemplo, de una chica de 35 años, durante su infancia sufrió varias situaciones de abandono e infancia complicada, pero se da cuenta que cada vez que discute o se aleja de las personas que quiere siente ansiedad y miedo a la pérdida. Sus emociones se producen de forma inconsciente para avisar del posible peligro. Las emociones negativas tienden a crear un mecanismo de rechazo ante una situación que ha creado dolor. En nuestra vida diaria esto tiene implicaciones concretas: el recuerdo negativo de un afecto, situación, etc, pueden contaminar nuevas situaciones que pueden no suponer los mismos afectos negativos, pero en milésimas de segundo, el estrés de las emociones ante determinadas situaciones se dispara con sus efectos fisiológicos. El desgaste físico y psicológico de estas situaciones inconscientes es tan perjudicial como si la experiencia fuera real. La imaginación puede ser herramienta de relajación y bienestar. La relajación y la meditación pueden ser útiles para muchas personas. Son procesos que alivian la presión de los pensamientos y de la ansiedad y se centran en el momento presente.Sus efectos terapéuticos se han demostrado: el latido cardíaco y la respiración, el consumo de oxígeno desciende hasta un  20%, bajan los niveles de lactato en sangre (suben ante el estrés y el cansancio).

EN PRÓXIMOS ARTÍCULOS HABLAREMOS DE LA IMPORTANCIA DE LA RELAJACIÓN (20 minutos diarios) E IDENTIFICACIÓN DE REACCIONES FISIOLÓGICAS PARA EL CONTROL EMOCIONAL.


 
 

Bibliografía: brújula para navegantes emocionales (Elsa punset)

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